Se preguntarán el por qué etimológicamente, lleva el nombre de Atelopus eusebianus, porque la dediqué a mi Padre, razones? En primer lugar, porque mi Progenitor: Eusebio Granados Carrillo, quien en vida, fue Químico Farmaceuta de la Universidad Nacional de Colombia, en tres oportunidades concejal de la ciudad de Cúcuta, en la época en que se llegaba a este cargo por méritos personales y lo único que los motivaba era el deseo de
servir a su ciudad. Estas tres veces fue presidente del concejo, además se preocupó por el medio ambiente y logró que le aprobaran uno de sus sueño, que fue el proyecto de la construcción del primer malecón en Colombia, a lo largo del Rio Pamplonita y el Plan Vial de Cúcuta, construcción que salvó el río.
Además, de la oportunidad de crear mano de obra y empleos permanentes, con el comercio que nació a lo largo del Malecón. Igualmente fue Presidente de la Sociedad de Mejoras Públicas de Cúcuta.
A través de toda esta vida, me dejó el legado de asumir con responsabilidad, transparencia, dedicación y compromiso, el trabajo que desempeñara, es así como estos viajes que realicé en varias oportunidades, para observar esta ranita, hacerle el seguimiento a su hábitat, me exigió salvar varios obstáculos, hasta que se logró el objetivo para clasificarla y cuando estaba en este proceso, mi padre presenta quebrantos de salud y llega el final de sus días, que coincide casi con la terminación de mi trabajo. Este gran hombre, que así como se
interesó por el respeto al prójimo, también lo hizo por la naturaleza y por ser una persona que se ganó la admiración de la sociedad cucuteña y este ejemplo perdura en nuestro proceder y hacer.
El ejemplar para describir esta especie de Arlequín, fue encontrado el 4 de septiembre del año de 1987, aunque ya en el mismo lugar el 4 de marzo 1987 ya había observado otros ejemplares, lo mismo el 15 de agosto de 1988 y el 24 de marzo de 1991 en la región de Malvasa, Municipio de Totoró, departamento del Cauca, Colombia, todas estas salidas tenían como objetivo conocer la extensión de su hábitat.
Otra zona en la que observé el Arlequín fue explorando la parte baja por donde corre el Río Palace, también dentro de la región de Malvasa. El Arlequín que sirvió para describir la nueva especie y que es exclusiva de Colombia, quedó depositado en el Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Bogotá, que fue muy afortunada esta determinación.
Durante los años en que recorrí la zona buscando este ejemplar, pude evidenciar que se extendía su población por gran parte del Páramo de las Hermosas, la zona es fría, quizás por esto son lentos en su andar.
Por lo general, los encontraba en el bosque andino, frecuentemente nublado que se deterioraba por las extensiones pastoriles o los sembrados de papa que se desarrollan en la zona. Con frecuencia los hallé en troncos en descomposición, muy bien camuflados. También, se escondían dentro de cuevas formadas por las gramíneas que por allí crecen.
Como lo aprecian en la foto sus colores son hermosos, las hembras son más
grandes (4.5 cm), que los machos (3.6 cm).
Podrán apreciar como entre el año que observe por primera vez esta especie (1987) y ya convertirse la información en una publicación científica (1993 Caribbean Journal of Cience Vol. 29, No 1-2. 12-17) transcurrieron seis años, tiempo que hoy con la ayuda del internet este se ha reducido mucho, para las diferentes consultas científicas que se tienen que realizar.
El viaje al lugar no era fácil, existían Jeep Willys que vendían los cupos y cuando se llenaban arrancaban cargados de todo lo que los pasajeros compraban, al llegar a un pueblito llamado Totoró terminaba esta primera etapa, allí al borde de la carretera esperaba hasta la aparición de algún camión ganadero que fuera para Inzá y quisiera transportarme hasta una zona cercana donde me bajaba y seguía a pie. Para el regreso, había que tener la paciencia y contar con suerte para que pasara un vehículo que lo acercara a Totoró y allí
tomar un Jeep, si es que todavía estaban dando servicio, porque a veces tocaba pernoctar en Totoró y continuar al día siguiente la ruta de retorno, se preguntaran quien cubría los gastos? Los ahorros que hacía de lo que ganaba...
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